Mi pequeño tesoro
- Páginas de Tinta y Plata
- 29 abr 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 10 may 2020
Miguel A. Jiménez Tenorio

Witness in our time. Una pequeña muestra de la sección de fotografía de mi biblioteca personal. ¿Qué tienen en común Frank Hurley, Leni Riefenstahl, Yann-Arthus Bertrand, David Seymour (alias Chim), George Rodger, Don McCullin, David Tack, Burton Holmes, Margaret Bourke-White, Raymond Depardon, Josef Koudelka, Gerda Taro, Robert Capa, Sabine Weiss, Cristina García Rodero, James Nachtwey, Sebastiao Salgado, Vittorio Sella, Lee Miller, Samuel Aranda, Gervasio Sánchez, Javier Bauluz, Manu Brabo, Sandra Balsells, Ansel Adams, Ara Güler, Cartier-Bresson, Eugene Smith y tantos otros presentes en estos libros? Una pléyade de reporteros, viajeros y aventureros, todos ellos fotógrafos del más alto nivel, que han sido testigos de un pasado reciente o que siguen siendo notarios gráficos de todo lo que acontece en nuestro mundo actual. Evidentemente, me declaro ferviente admirador de estos personajes (según la RAE, persona de distinción, calidad o representación en la vida pública) por la obra que han desarrollado o que siguen llevando a cabo en la actualidad, pero mi veneración es aún mayor al ser conocedor de sus vidas agitadas y del compromiso social con el que abordan los trabajos la mayoría de estos autores.
Tengo que reconocer que la lectura de estas historias me ha ayudado enormemente a sobrellevar las muchas horas de confinamiento en soledad, mucho y muy bueno es lo que se aprender con buen libro.
Soy poco de dar consejos, no soy nadie para sugerir qué o cómo se deben hacer las cosas, pero en esta ocasión me voy a permitir realizar una recomendación que puede ser útil para los aficionados a las buenas historias contadas con corazón. Desde que comenzó este periodo de reclusión, un paisano mío, el buen amigo Daniel Casares Román, está realizando en su canal de Instagram una serie de encuentros fotográficos con autores actuales de una enorme calidad que, pese a gozar de un gran reconocimiento (como reflejan los premios recibidos y el hecho de que sus trabajos aparezcan publicados en los principales medios internacionales), no son conocidos por el gran público. Se trata de conversaciones de una hora de duración, en abierto y completamente gratuitas, donde se habla mucho de fotoperiodismo, del compromiso social del fotógrafo, de proyectos personales, de humanismo y poco o nada de aspectos superficiales de la práctica fotográfica (cámara, objetivos, técnica…). Me parece increíble que un trabajo tan bueno como éste se esté realizando desde Jerez y apenas unas calles más abajo de donde vivo. Me parece increíble que por estos encuentros ya haya pasado gente de tanto nivel como el argentino Walter Estrada, el linense Marcos Moreno, los sevillanos Marcelo del Pozo o Laura león, el mejicano Pedro Pardo o la colombiana Joana Toro.
Tengo que reconocer que la lectura de estas historias me ha ayudado enormemente a sobrellevar las muchas horas de confinamiento en soledad, mucho y muy bueno es lo que se aprender con buen libro..
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